¿Xbox al límite? AMD hace el trabajo sucio que Microsoft NO quiere en la Next Gen
¡ALERTA GAMER! El futuro de Xbox Magnus en manos de AMD: ¿Microsoft se desentiende de su propia consola? La polémica está servida
La próxima generación de consolas se cuece a fuego lento, y con ella, las tensiones en Redmond. Parece que en Microsoft están dejando demasiado trabajo en manos ajenas, un hecho que está generando un debate encendido en la comunidad gamer. Si algo ha quedado claro tras los últimos comentarios sobre el desarrollo de Xbox Magnus es que Microsoft no está realmente involucrada en el diseño técnico de su próximo SoC. Según se desprende de las filtraciones y conversaciones internas entre ingenieros de AMD, son ellos quienes están haciendo la mayor parte del esfuerzo en diseño para que la futura Xbox Magnus de los de Seattle salga adelante, mientras que en las oficinas de Microsoft escasean las decisiones técnicas y sobra el control corporativo. ¡Prepárense, porque esta noticia destapa una realidad que podría cambiarlo todo para los fans de Xbox y PlayStation!
¿Colaboración o delegación? El contraste entre Sony y Microsoft
La situación contrasta brutalmente con la estrecha relación que AMD mantiene con Sony, donde los equipos de ambas compañías trabajan codo con codo en arquitectura, eficiencia y personalización. Como vimos en la presentación de las nuevas unidades y tecnologías entre ambas compañías la semana pasada, japoneses y estadounidenses van de la mano para llevar el rendimiento y la eficiencia de PS6 a un nuevo nivel con RDNA 5 / UDNA. Pero con los de Redmond, la historia es muy diferente.
«AMD está asumiendo casi todo el trabajo de Xbox Magnus en lo técnico mientras Microsoft solo da órdenes», se comenta abiertamente en el podcast Broken Silicon. Ingenieros de AMD aseguran que disfrutan colaborando con el equipo de Mark Cerny dentro de Sony, hasta el punto de compartir ideas, comer juntos y resolver problemas en conjunto. Con Microsoft, en cambio, la descripción es mucho menos amable: el trato es frío, burocrático y lleno de órdenes desde arriba. Algunos incluso bromean diciendo que “no sabían que Microsoft tuviera ingenieros”, una frase que resume a la perfección la distancia entre ambas partes.
Esta alarmante falta de implicación técnica habría dejado a AMD con la responsabilidad casi total del desarrollo de Magnus como SoC, la APU que alimentará la próxima Xbox. Al parecer, la compañía de Lisa Su propuso un diseño híbrido compuesto por un chiplet de CPU con salida de vídeo e integración de IA, conectado a un die de GPU dedicado para gráficos de nueva generación.
Un diseño sólido que ya tratamos, pero que se habría construido con escasa aportación directa por parte de los equipos de Redmond, más centrados en requisitos comerciales que en especificaciones de rendimiento. Y claro, entre que las comparaciones son odiosas y el buen feeling que hay entre AMD y Sony, las críticas a Microsoft por dejar el diseño de Xbox Magnus en manos de los de Lisa Su en exclusiva no iban a tardar en llegar.
¿Sabías que Mark Cerny, el arquitecto principal de PlayStation, es también un desarrollador de videojuegos aclamado? Ha trabajado en títulos como Marble Madness y Crash Bandicoot, lo que le da una perspectiva única en el diseño de hardware que potencia la experiencia de juego. Esta implicación directa del «cerebro» detrás de la consola es una diferencia clave con el enfoque más empresarial de Xbox.
Cancelaciones, promesas rotas y el fantasma de los 10 millones
Para colmo, los intentos previos de colaboración tampoco acabaron bien. AMD, según varios rumores que apuntaban hacia los de Redmond, habría cancelado una APU custom ARM para un dispositivo portátil de Xbox porque Microsoft no pudo garantizar el pedido mínimo de 10 millones de unidades necesario para que el proyecto resultara rentable.
Al final, la compañía se conformó con hardware estándar, perdiendo la oportunidad de diferenciarse en un sector donde Sony y Nintendo siguen innovando con soluciones a medida. El contraste con PlayStation es enorme. Cerny lleva años influyendo en las arquitecturas RDNA de AMD (PSSR, por ejemplo), desde la época de la PS4 hasta RDNA 5 / UDNA para PS6.
Cada vez que ambas empresas desarrollan tecnología pensando en una consola de Sony, el resultado acaba siendo un éxito tanto en rendimiento como en ventas. En cambio, las arquitecturas en las que Microsoft apenas participa se sienten más genéricas, menos optimizadas y con menos alma.
El futuro de Xbox: ¿potencia sin alma?
En ese contexto, el panorama para Xbox Magnus parece claro. Si AMD vuelve a cargar con el peso del desarrollo y Microsoft sigue tomando decisiones desde el despacho, no en el laboratorio, la consola llegará al mercado con potencia, sí, pero sin la optimización que marca la diferencia. No es casualidad que las consolas de Sony rindan más con menos consumo o que sus chips sean más eficientes pese a ser más pequeños: detrás hay ingeniería conjunta de dos empresas líderes en sus sectores, no burocracia.
A estas alturas, Microsoft debería preguntarse si quiere seguir siendo un fabricante de consolas o solo un distribuidor de hardware ajeno con su logo encima, porque Magnus podría ser su última oportunidad para demostrar que aún hay cerebro detrás de Xbox y no solo trajes, donde Microsoft debe tomar parte del diseño con AMD antes de que sea tarde y vuelvan a verse superados por Sony. Como redactor, me queda claro que Sony con PlayStation busca la excelencia y Microsoft con Xbox busca tener la consola de turno y ya está.
Hispacritic: Tu resumen exprés para gamers sin tiempo
- AMD está llevando el peso del diseño técnico de Xbox Magnus: Microsoft se muestra pasiva y burocrática.
- Contraste evidente con Sony: Colaboración estrecha entre AMD y PlayStation para PS6 (RDNA 5 / UDNA) versus una relación fría con Xbox.
- Ingenieros de AMD prefieren trabajar con Sony: Describen la experiencia con Microsoft como «llena de órdenes desde arriba» y sin apenas implicación técnica.
- Xbox canceló una APU custom ARM: Microsoft no garantizó el pedido mínimo de 10 millones de unidades, perdiendo una oportunidad de diferenciación.
- PS6 se beneficia de la ingeniería conjunta: Más eficiencia y optimización frente a una Xbox Magnus que podría llegar potente, pero «sin alma».
- Crítica al modelo de Microsoft: Se cuestiona si Xbox es un fabricante de consolas o solo un distribuidor de hardware ajeno.