Xbox Continúa: Phil Spencer Abandonaría su Cargo tras la Próxima Generación de Consolas
En medio de una de las peores crisis de la marca, un reputado insider asegura que el actual CEO de Microsoft Gaming ya prepara su salida y la transición de poder a Sarah Bond.
Tras una jornada marcada por despidos masivos y la cancelación de proyectos emblemáticos, una nueva bomba informativa sacude a Microsoft Gaming: Phil Spencer, el hombre que ha dirigido la división de Xbox durante la última década, estaría planeando su retirada. La noticia llega en el momento de máxima tensión, con una comunidad de jugadores furiosa por las recientes decisiones que han puesto en jaque el futuro de varios estudios y juegos.
El contexto de este rumor es fundamental para entender su magnitud. La información surge después de un día devastador para la compañía, que incluyó el despido de 9.000 empleados, la cancelación de títulos tan esperados como Perfect Dark y Everwild, y el cierre completo del estudio The Initiative. Estas acciones han provocado una oleada de críticas sin precedentes hacia la actual directiva.
La filtración ha sido publicada por la cuenta «TheGhostOfHope» en la red social X, un insider conocido por su alta tasa de aciertos en el universo Call of Duty. Según su exclusiva, Phil Spencer se retirará de su puesto como CEO de Microsoft Gaming después del lanzamiento de la próxima generación de Xbox. La fuente afirma que el plan de retirada ya contempla una sucesión, y que Spencer está trabajando «en estrecha colaboración con Sarah Bond y su equipo para garantizar una transición sin problemas». Bond, actual Presidenta de Xbox, asumiría el cargo de CEO de Microsoft Gaming, aunque la filtración deja una incógnita en el aire: aún no está claro quién ocuparía la presidencia de Xbox una vez que ella ascienda.
La comunidad ha reaccionado a la noticia con una mezcla de ironía y resignación. A Phil Spencer se le acredita con revivir la marca Xbox tras el problemático lanzamiento de Xbox One, ganándose el respeto de los jugadores con iniciativas como Game Pass y la adquisición de grandes estudios. Sin embargo, en los últimos años, su gestión ha sido objeto de duras críticas.
Su posible salida marca el fin de una era y sitúa a Xbox en un punto de inflexión crítico, enfrentando un futuro lleno de incertidumbre tanto a nivel de liderazgo como de estrategia de software.