Donkey Kong Bananza: Sus Entornos Destructibles Son Tan Increíbles que No Puedo Parar de Hacerlos Añicos
El plataformero de Switch 2 te permite romper casi cualquier cosa, y eso significa que puedes pasarte horas desenterrando oro
Donkey Kong Bananza es un juego increíble… probablemente. Siendo sincero, todavía no he avanzado mucho en la última reimaginación de mundo abierto de Nintendo sobre las aventuras de su icónico simio. No es porque no quiera, sino porque, como a muchos otros, me ha resultado difícil progresar en Bananza. Y no, no es por un jefe difícil o un desafío de plataformas complicado, sino porque este juego se siente como el juguete antiestrés más caro que he tenido en mis manos. Lo más fascinante de Donkey Kong Bananza es también lo que lo convierte en un bendito problema: estoy hablando de sus entornos destructibles.
Desde el primer momento en que inicié Bananza, pasé más de una hora en la primera sala. No, no en la primera zona, sino en la primera habitación en la que aparece Donkey Kong al empezar una nueva partida. ¿Y qué hacía en una cueva prácticamente vacía? Pues estaba destrozando el techo, el suelo y las paredes en busca de paquetes de oro ocultos en la piedra. Y no soy el único jugador que ha quedado cautivado (quizás sin quererlo) por el simple acto de darle una buena tunda al escenario.
Dato Curioso: La mecánica de destrucción de Donkey Kong Bananza recuerda a clásicos como Red Faction, donde la demolición del entorno era clave, pero Nintendo la ha adaptado a un plataformero 3D, creando una experiencia de exploración y descubrimiento única en su género.
La Adicción de Destruir
Nintendo promocionó con orgullo cómo las estructuras de las cuevas de Bananza podían ser demolidas a golpes, revelando potencialmente nuevas áreas o tesoros. En este juego, DK es básicamente un minero en busca de plátanos dorados, y es realmente impresionante la minuciosidad con la que puede excavar el mundo. Es increíblemente satisfactorio poder marcarse un «Stanley Yelnats» y hundirte en el suelo cada vez que te apetece. Puedo arrancar una roca de la pared y usarla para golpear a los enemigos. DK trepa por las paredes y puede abrir túneles en el techo como si nada. Las cuevas suelen ser restrictivas en los videojuegos, pero Bananza convierte a Donkey Kong en un taladro andante capaz de crear sistemas de túneles con solo pulsar un botón. Es una hazaña técnica impresionante además de un espacio de diseño muy gratificante.
El problema es que poder destrozar el suelo bajo tus pies y encontrar un montón de objetos brillantes estimula mi cerebro un poco demasiado bien.
Cuando el Juego Toca la Fibra Personal
Caminar por los entornos de Bananza es como moverse por un campo de minas hasta que encuentro una pepita de oro asomando por una pared. Golpeo la roca brillante, la pared sigue cediendo con cada puñetazo y, cada pocos golpes, otro trozo de oro cae de los escombros. A veces, un géiser entero de oro brota de la piedra, y no puedo simplemente irme a la siguiente zona cuando podría haber otro esperándome dentro de una estalagmita que aún no he machacado. Para cuando he cogido el ritmo de excavar, me doy cuenta de que he dejado un rastro de destrucción y he perdido una hora de mi día sin haber logrado nada relevante para la historia principal.
Siempre me he considerado un jugador «orientado a la diversión», lo que significa que tiendo a preferir los juegos mas especiales con libertad. Me agito si siento que no estoy progresando de verdad. En la mayoría de los videojuegos, estas actividades alternativas están lo suficientemente apartadas como para que pueda mantener mi mente en mi objetivo principal y volver a ellas más tarde. Sin embargo, en Donkey Kong Bananza, el camino alternativo está literalmente bajo mis pies a cada paso. Todo lo que hago erosiona las paredes del sistema de cuevas, y cada centímetro que rompo puede llevarme a un tesoro, o al menos a producir un sonido de aplastamiento realmente satisfactorio.
Eventualmente, llegaré al final. Pero id vosotros delante. Ya os alcanzaré cuando no haya dejado piedra sin remover.
Aquí os dejo la valoración de Donkey Kong Bananza, tu también puedes votar y compartir tu voto! Entra ahora en Hispacritic y vota!

Hispacritic
Aquí tienes un resumen de Hispacritic con los puntos clave para que vayas directamente a lo importante:
-
Entornos 100% Destructibles: La característica estrella de Donkey Kong Bananza es su capacidad para destruir casi cualquier elemento del escenario, desde paredes a suelos y techos.
-
Adicción a la Excavación: La mecánica de encontrar tesoros y oro ocultos al romper el entorno es tan satisfactoria que puede hacer que los jugadores se desvíen durante horas de la misión principal.
-
Libertad de Movimiento: DK se convierte en una especie de «taladro andante», creando sus propios caminos y túneles, lo que ofrece una libertad nunca antes vista en la saga.
-
Un Arma de Doble Filo: Aunque es una proeza técnica y de diseño, esta misma libertad puede romper el ritmo de juego para aquellos jugadores que prefieren una experiencia más lineal y orientada a objetivos.
-
Rendimiento Cuestionable: A pesar de su genialidad, el juego ha sido criticado por caídas de FPS y el uso de FSR1 en lugar de tecnologías más avanzadas como DLSS, algo que ha sido señalado por expertos como Digital Foundry.