Dune: Awakening

Dune: Awakening ha aterrizado con la promesa de sumergir a los jugadores en la vasta y peligrosa Arrakis, y en gran medida, lo logra. La ambientación es uno de sus puntos más fuertes; los jugadores se sienten genuinamente transportados al universo de Dune, con un desierto que es a la vez hermoso y letal. Los gráficos, aunque no siempre perfectos, contribuyen a esta inmersión, especialmente en la escala de los paisajes y la sensación de peligro que evocan los gusanos de arena.

La jugabilidad como MMO de supervivencia es el núcleo de la experiencia. La gestión de recursos, la construcción de bases y la interacción con otros jugadores son aspectos que mantienen a la gente enganchada. El combate es funcional, aunque algunos jugadores señalan que podría beneficiarse de más profundidad y variedad. La dificultad se percibe como adecuada para el género de supervivencia, con la constante amenaza de la deshidratación y los peligros de Arrakis manteniendo a los jugadores alerta.

En cuanto a la historia, es una experiencia más ligada al lore del universo de Dune que a una narrativa lineal y profunda, lo cual es típico en los MMOs. La música y el doblaje contribuyen a la atmósfera, aunque no son los elementos más comentados. La duración del juego, como MMO, es potencialmente ilimitada, ofreciendo muchas horas de contenido para aquellos que se sumerjan en sus sistemas de progresión y construcción. Las misiones secundarias cumplen su función, aunque a veces pueden caer en la repetitividad. La optimización, para ser un título tan masivo y reciente, ha sido sorprendentemente buena, permitiendo una experiencia de juego fluida para la mayoría. La relación calidad-precio parece razonable para un juego con tanto potencial de horas de juego.

En general, Dune: Awakening está resonando con los fans de la franquicia y del género de supervivencia, ofreciendo una experiencia inmersiva y desafiante en el icónico planeta desértico.